La laguna Negra y otras del sector de Osogoche,
encierran un misterio que hasta ahora nadie ha podido descifrar. Los
relatos locales cuentan que cada año ciertas aves se arrojan
voluntariamente a la laguna y mueren en sus aguas heladas.
Los habitantes de las comunidades de la región consideran que
esto es una ofrenda de las aves a las lagunas sagradas.
Se cuenta además que en la Laguna Negra se encuentran los tesoros
de Atahualpa, arrojados allí para esconderlos de los españoles
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